La tarta puede ser mucho más que el momento de soplar las velas. No importa si es un niño de 4 años y un hombre de 60, a los dos les encantará ver su tarta sorpresa personalizada y seguro que al final ¡hasta les da pena cortar el pastel!
Piensa en uno de sus hobbies, en un personaje de película o de animación, en algún rasgo característico de la persona a la que quieres sorprender. Esta tarta fue hecha para un niño que le encanta los aviones...¿Que esperas para encargar su tarta?
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